El traje nuevo del sultán

Kemal Atatürk in Janissary uniform

Hace poco escribí sobre el turbulento destino de las traducciones turcas de El Principito. Al hablar del descubrimiento del asteroide B-612, Saint-Exupéry utiliza la historia del astrónomo turco para mostrar cómo, a ojos de los adultos, la ropa realmente hace al hombre:

«Afortunadamente para la reputación del asteroide B-612, un dictador turco ordenó más tarde a su pueblo, bajo pena de muerte, vestirse a la manera europea. En 1920, el astrónomo repitió su presentación, esta vez vestido con un traje sumamente elegante. Y esta vez todos estuvieron de acuerdo con él.»

The “Turkish dictator” is, of course, Kemal Atatürk, whose veneration is prescribed by law, so Turkish translators spent seventy years twisting and turning to avoid this legally problematic phrase. Sometimes they rendered it as “the great leader of the Turks,” sometimes as “a peremptory Turkish ruler,” until finally, this January, on the seventieth anniversary of the author’s death, a new Turkish edition appeared with the accurate translation. But this in turn drew protest from an unexpected quarter: the Turkish education and science workers’ union demanded that any book containing the forbidden word be removed from the Ministry of Education’s recommended reading list. El «dictador turco» es, por supuesto, Kemal Atatürk, cuya veneración está prescrita por ley, de modo que durante setenta años los traductores turcos se las ingeniaron para evitar esta expresión legalmente problemática. A veces lo traducían como «el gran líder de los turcos», a veces como «un enérgico gobernante turco», hasta que finalmente, este enero, en el septuagésimo aniversario de la muerte del autor, apareció una nueva edición turca con la traducción exacta. Pero esto, a su vez, provocó protestas desde un frente inesperado: el sindicato turco de trabajadores de la educación y la ciencia exigió que cualquier libro que contuviera la palabra prohibida fuera retirado de la lista de lecturas recomendadas del Ministerio de Educación.

Pero la historia no acaba aquí.

La historia termina. El sultán Mehmed VI Vahideddin abandona Constantinopla, 1922

Mi entrada fue recogida también por el blog en ruso de Dmitry Chernyshev, Ответы на незаданные вопросы (Respuestas a preguntas no formuladas), que naturalmente citó el texto de Saint-Exupéry según la traducción rusa:

“К счастью для репутации астероида В-612, турецкий султан велел своим подданным под страхом смерти носить европейское платье. В 1920 году тот астроном снова доложил о своем открытии. На этот раз он был одет по последней моде, – и все с ним согласились.”

«Afortunadamente para la reputación del asteroide B-612, el sultán turco ordenó a sus súbditos, bajo pena de muerte, llevar ropas europeas. En 1920, el astrónomo volvió a informar de su descubrimiento. Esta vez iba vestido a la última moda y todos estuvieron de acuerdo con él.»

The translation was made in the 1950s by the excellent Nora Gal (those who remember our trip to Odessa may recall her memorial plaque on the wall of her childhood home). Why did she replace the “Turkish dictator” with the “Turkish sultan”? Perhaps to avoid offending the sensitivities of the Soviet Union’s Turkish-speaking peoples? Unlikely, given the deportations of the Meskhetian Turks and Crimean Tatars at around that time. Or perhaps to “correct” Saint-Exupéry? After all, in 1920 the Ottoman Empire was indeed still ruled by a sultan. But if this was her intention, she introduced a new problem: the sultan had no reason whatsoever in 1920 to impose the dress code that Atatürk would enforce in 1925. The simplest solution would have been to shift the fictional astronomer’s fictional lecture to 1925. But that would have openly diverged from the original text. La traducción fue hecha en los años cincuenta por la excelente Nora Gal (quienes recuerden nuestro viaje a Odesa quizá tengan presente la placa conmemorativa en la pared de la casa donde pasó su infancia). ¿Por qué sustituyó «dictador turco» por «sultán turco»? ¿Quizá para no ofender la sensibilidad de los pueblos túrquicos de la Unión Soviética? Poco probable, dado que por entonces se produjeron las deportaciones de los turcos mesjetios y los tártaros de Crimea. ¿O tal vez para «corregir» a Saint-Exupéry? Después de todo, en 1920 el Imperio Otomano estaba efectivamente gobernado aún por un sultán. Pero si esa era su intención, introdujo un nuevo problema: el sultán no tenía motivo alguno en 1920 para imponer el código de vestimenta que Atatürk impondría en 1925. La solución más sencilla habría sido trasladar la ficticia conferencia del ficticio astrónomo a 1925. Pero eso habría divergido abiertamente del texto original.

A veces no tiene sentido pensar demasiado un contrasentido insoluble incrustado en el propio original. Hay que limitarse a traducirlo tal como está.

Principitos

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